Un repaso para entender en qué consisten, cuándo y por qué se nos aplican retenciones.
Las retenciones impositivas consisten en un mecanismo de recaudación anticipada de tributos, tendiente a «capturar» el impuesto en el momento en que se genera la renta y en el que el contribuyente tiene la disponibilidad para afrontarlo. Esto proviene de la teoría conocida como sistema de retención en la fuente.
Este sistema tiene dos objetivos principales: por un lado, se asegura la recaudación del impuesto en el momento en que se genera el flujo de fondos, es decir, en el que el contribuyente recibe los recursos objeto de su actividad, por lo cual, se entiende que es el momento en que cuenta con disponibilidad para soportar el pago del gravamen.
Por otro lado, este mecanismo permite a los fiscos actuantes tener una recaudación anticipada y constante, no debiendo esperar al cierre y vencimiento de los períodos fiscales para la obtención de sus ingresos tributarios.
Generalmente, las retenciones se aplican al momento de pago, ya sea por bienes o prestaciones de servicios. En la práctica, esto implica que, al momento de realizar una cobranza por parte de un cliente, este restará del monto por pagar las retenciones para practicar, abonando al proveedor el neto resultante, e ingresando al fisco actuante los montos retenidos.
Quien recibe el certificado de retención podrá computarlo en sus declaraciones juradas de impuestos, restando del saldo a ingresar, dado que éste tiene carácter de pago a cuenta.
A modo de ejemplo práctico, si una empresa factura $20.000 en concepto de «Venta de Bienes Muebles», y su cliente es Agente de Retención únicamente de Impuesto a las Ganancias, al momento del cobro deberá practicarle una retención de $160 (considerando los mínimos no imponibles y alícuotas vigentes). En este ejemplo, la empresa recibirá un pago de $19.840 y un certificado de retención de Impuesto a las Ganancias por $160, el cual podrá computar como crédito en su declaración jurada, descontándose del saldo a ingresar.
Actualmente en la Argentina existen múltiples regímenes de recaudación, principalmente a nivel nacional y provincial, y también, en menor medida, a nivel municipal.
En el ámbito nacional, los tres regímenes de retención principales son por Impuesto a las Ganancias, Impuesto al Valor Agregado (IVA) y Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP). A nivel provincial, el principal régimen de recaudación corresponde a Impuesto sobre los Ingresos Brutos, mientras que a nivel municipal, existen algunos regímenes correspondientes a Tasas de Seguridad e Higiene y similares.
Es importante llevar un control constante de las retenciones sufridas, ya que en caso de que generaran saldos a favor, existen distintas herramientas de planificación fiscal que ayudan a mitigar este efecto, principalmente a través de Certificados de Exclusión o Solicitudes de no Retención por un determinado lapso de tiempo.